Almazaras confían en que la Junta mantenga el modelo de pago “más beneficioso para el sector” tras asumir las competencias del Ministerio

Tras el acuerdo de colaboración alcanzado entre las Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas para el control y mejora de la cadena alimentaria del Ministerio a la Junta de Andalucía, desde Almazaras Federadas de España confían en que la administración autonómica, tras este acuerdo sin precedentes, no cambie el criterio en lo relativo en los plazos de pago respecto a lo acordado por el MAPA.

En este sentido, muestran su confianza en que no se penalizará que se liquide el producto cuando mejor convenga al agricultor, es decir, en el momento que se den mejores condiciones de precio y oportunidad, y no a los 30 días de haber entregado las aceitunas.

Esto último provocaría el hundimiento de los precios, al determinarse el valor económico de toda la producción en el periodo de más competencia. O lo que es lo mismo, apostar por lo que se ha demostrado un fracaso.

Cabe recordar que con el posicionamiento y aplicación de lo reivindicado por Almazaras Federadas, dar libertad al agricultor para liquidar la aceituna, los agricultores incrementaron sus ingresos en más de un 45% por la venta de aceituna, en un mercado con clara tendencia al alza.  

Así se desprende de los datos de la campaña pasada. La realidad muestra que si se Hubiese obligado a liquidar el producto con las anteriores condiciones, es decir, a 30 días desde la entrega de la aceituna, los agricultores que entregaron aceituna en los meses de noviembre, diciembre y enero, hubieran dejado de percibir por la venta de su mercancía una cuantía global de 141.045.000 euros, 95.038.000 euros y 40.092.000 euros respectivamente. En total, se hubieran perdido más de 276 millones de euros.

Consideramos que los datos dan poco margen al cambio. Al mismo tiempo, seguimos teniendo confianza en que el eje de actuación de la Consejería y su titular sea coherente a lo trasladado a esta federación en distintas reuniones: que los agricultores mantengan libertad de elegir el momento más adecuado para poner precio a la venta de su producto.