Dos grupos de investigación del Departamento de Química Inorgánica e Ingeniería Química de la Universidad de Córdoba y la Asociación Cordobesa de Industrias Almazaras (ACORA), han comenzado a trabajar en un ambicioso proyecto de colaboración que se centra en la obtención de biogás combustible, carbón activo con aplicabilidad como adsorbente y baterías recargables sostenibles, a partir de uno de los residuos agroindustriales más abundantes en Andalucía: el alpeorujo.

El proyecto, titulado ‘Valorización energética dual del alpeorujo: Biometanización avanzada y producción de carbones para baterías recargables sostenibles (OLIVE2ENERGY)’ y coordinado por el Profesor Titular de Ingeniería Química de la UCO José Ángel Siles, ha sido concedido recientemente en la convocatoria 2020 de ayudas para la realización de proyectos de interés colaborativo en el ámbito de los Ecosistemas de Innovación de los Centros de Excelencia internacional y en el marco estratégico por el que se impulsa el desarrollo de proyectos singulares de actuaciones de transferencia en los Campus de Excelencia Internacional en las Áreas de la Estrategia RIS3-Andalucía. En concreto, se integra en el Proyecto Singular AgroMIS del ceiA3, donde participan la Organización interprofesional Aceite Oliva Español y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida de Baena.

Durante la reunión de lanzamiento mantenida entre la gerente de ACORA, Macarena Sánchez, e investigadores de los grupos FQM-175 Química Inorgánica y RMN-271 UCOGreening, se han abordado los aspectos metodológicos más relevantes para la consecución de los diferentes objetivos del proyecto.

“A fecha de hoy, con la implantación del proceso de dos fases, la gran cantidad de alpeorujo generado en la producción de aceite de oliva (aproximadamente cuatro toneladas por cada tonelada de aceite) requiere del desarrollo de nuevas alternativas sostenibles de gestión”, han destacado tanto el responsable del proyecto como la representante de ACORA, quienes han subrayado su apuesta “por investigaciones que tengan aplicación a escala real, a través de la transferencia del conocimiento, y en el contexto de la economía circular en el sector aceitero, lo que conllevará un gran impacto a nivel nacional e internacional”.