Belén Luque fue reelegida em junio como máxima responsable de la Asociación Cordobesa de Almazaras Industriales (Acora), que vela por los intereses de este segmento de la actividad oleícola en la provincia. Los asociados de la organización producen en torno al 45% del aceite de oliva de la provincia y uno de cada diez litros de producto de todo el mercado nacional.

-¿Cuáles son los principales objetivos que se marca en este segundo mandato al frente de la asociación?javascript:falsePUBLICIDAD 

-Queremos seguir con la defensa de los intereses de las almazaras cordobesas y actuar como interlocutor de estas empresas con las administraciones. Pretendemos buscar soluciones a los problemas que surgen día a día, que ya viene por sí bastante complicado desde hace tiempo. A esta situación se han unido las nuevas circunstancias derivadas de los incrementos de los costes de producción.MERCADO10%La cuota de mercado

Los asociados de Acora producen el 10% del aceite de oliva en España y el 45% del que sale de Córdoba

-¿Cómo afrontan las almazaras la sequía y las restricciones en las dotaciones de riego impuestas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para este verano y este otoño?

-Las menores dotaciones de agua es un tema que nos afecta directamente. Es evidente que estos recortes supondrán una merma en la cosecha y, consecuentemente, menos entrada de aceitunas en las almazaras. Esto conllevará menos ingresos para los agricultores. Para la industria la falta de lluvia ha supuesto un problema más a los que ya sufrimos.

«Las menores dotaciones de agua merman cosechas y renta de los agricultores»

-Este año se han mantenido buenos precios para el aceite de oliva. ¿Confía en que esta tendencia continúe a corto y medio plazo?

-Sí. Todo hace indicar que los precios se van a mantener en esta línea por la seguía y por la guerra en Ucrania, debido a que es muy previsible que continúen los costes elevados de nuestros insumos. Desde el punto de vista positivo, esto supondrá más renta para los agricultores, pero también puede traer consigo un problema porque puede afectar al consumo. No obstante, es verdad que el sustitutivo más habitual al aceite de oliva, que es el de girasol, se mantiene en unas cotizaciones cercanas, por lo que entendemos que a una igualdad de precios, el consumidor optará por el de mayor calidad, que es el de oliva. Creemos que la demanda en España puede aumentar tras algunos años de estancamiento.

-¿Cómo les está afectando el conflicto armado en Ucrania?

-Nos está afectando de una forma muy directa por la influencia que tiene en el sector olivarero el encarecimiento del girasol. Además, el incremento del precio de la luz se ha dejado notar mucho llegándose a triplicar la factura energética de algunas almazaras en la última campaña, lo que resulta totalmente inasumible. También hay efectos en las materias primas, como el caso del vidrio con el que fabricamos nuestras botellas, ya que se ha complicado muchísimo poder contar con estos elementos. Asimismo, el coste de los fletes de los transportes casi se ha multiplicado por tres para las empresas exportadoras.

«El coste de los fletes de transportes se ha multiplicado por tres para las exportadoras»

-¿Qué solicitan a las administraciones para que se puedan paliar estos daños?

-Les pedimos que se pongan en nuestro lugar. Reclamamos una serie de medidas fiscales, como es el caso de bonificaciones en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Hay que recordar que las almazaras tenemos que hacer frente a este tributo mientras que las cooperativas están exentas al 99 por ciento.

-¿Qué opinión le merece la reforma de la Política Agraria Común (PAC) que está previsto que entre en vigor en enero de 2023?

-Estamos a la expectativa de cómo quedará todo finalmente. Hay muchas cosas que no están claras. Además, creo que la invasión rusa de Ucrania ha hecho reflexionar a la Unión Europea sobre nuestra dependencia de alimentos de otros países, como el girasol o el cereal. Tengo dudas de que pueda entrar en vigor en menos de seis meses.

-¿Qué primeras previsiones manejan para la próxima campaña olivarera que dará comienzo en octubre?

-Esta campaña se afronta con muchas incertidumbres y no demasiadas buenas expectativas. Las primeras previsiones apuntan a una cosecha baja. Veremos si continúan los problemas de mano de obra que han tenido últimamente los agricultores, algo que les ocasiona una gran preocupación. Asimismo, habrá que estar atentos a los incrementos de los gastos que estamos padeciendo.

«La campaña del olivar se afronta con muchas incertidumbres y no muchas buenas expectativas»

-En la asamblea donde usted salió reelegida hizo mención a los problemas con los plazos en los pagos a los agricultores. ¿Qué demandan al Gobierno central en este sentido?

-En este asunto tenemos que decir que basta ya. Las almazaras seguimos sufriendo inspecciones por este motivo. La Ley de Cadena Agroalimentaria es muy positiva para determinados sectores muy afectados por la diferencia del precio que cobra el productor y el que paga el consumidor final, pero en nuestro caso no existe este problema. Hemos tenido que ir a la vía judicial para defender nuestra postura, que no es otra que el agricultor tenga la libertad para elegir el momento de liquidación de su cosecha. Es algo totalmente injusto para las almazaras, muchas de las cuales han sido sancionadas por esta cuestión. Confiamos en que el Gobierno entre en razón y podamos seguir trabajando como lo hemos hecho siempre.

-¿En qué proyectos ligados a la innovación están trabajando?

-Cada almazara lleva a cabo sus propios proyectos, pero en el caso de Acora tenemos en marcha dos iniciativas. Una de ellos, que se llama Olivetwoenergy, consiste en la generación de alternativas en la gestión de los alperujos a través de la obtención de biomasa y de carbón activo para la recarga de baterías. El segundo proyecto que impulsamos se conoce como Miroleo. Es un método complementario para la clasificación de los aceites de oliva virgen y virgen extra a través de parámetros químicos y organolépticos.

Fuente: sevilla.abc.es